El espíritu de CrossFit (Ethos)
Por Nicole Carroll, GM (gerente general) de CrossFit Training and Education
“Imagina que te diriges a uno de tus amigos y le dices: ‘¿Cómo te gustaría que vistiera para que te gustara más? … ¿Cómo te gustaría que hablara para gustarte más?’… Y tu amigo te dirá: ‘Sé tú mismo. Eso es lo que me gusta de ti'” -Simon Sinek
En la parte 3, “Comprender la metodología”, hablé de cómo nuestro firme compromiso con nuestra metodología y con hacer sólo lo que funciona nos ha convertido en árbitros de la verdad en un sector plagado de trucos para ponerse en forma rápidamente. Este compromiso es el principio en el que se basa nuestra autenticidad .
La autenticidad, dice Simon Sinek, es hacer y decir lo que realmente crees. CrossFit se apoyó mucho en este principio porque, en mi opinión, lo que creemos surgió de lo que hacemos y de cómo lo hacemos.
En los últimos años hemos visto el auge de franquicias de fitness como F45, Orange Theory, etc. Estos competidores han tratado de replicar lo que hacemos. A veces, se les ocurre algo que se parece vagamente a CrossFit. Pero todo lo que tienes que hacer es entrar en uno de sus gimnasios o leer su página “Acerca de” y sabrás que no se parecen en nada a CrossFit. Ven el ecosistema y tratan de replicarlo, pero no entienden la metodología que impulsa nuestros resultados o el espíritu que nace genuinamente de ella.
Ethos (espíritu) es una palabra griega que significa “carácter” y puede utilizarse para describir las creencias o ideales rectores que caracterizan a un individuo o a una cultura o comunidad. Es otra forma de decir: “Esto es lo que somos”. Si quieres saber qué define la marca CrossFit, recurre a nuestro ethos. Y si quieres saber qué define nuestro ethos, recurre a la metodología.
Es importante reconocer que el ethos que ha llegado a caracterizar nuestra cultura no surgió de un grupo de discusión o de una sesión de estrategia. No hicimos un ejercicio de “valores” para llegar a nuestros valores. Tampoco preguntamos a los fanáticos del fitness en general: “¿Qué valoras?” o “¿Qué deberíamos hacer o dejar de hacer para que os gustáramos más?” En lugar de eso, el ethos de CrossFit se desarrolló orgánicamente a partir de la metodología. Lo que creemos nació auténticamente de lo que hacemos y de cómo lo hacemos.
Esto significa que nuestra metodología medible basada en resultados está vinculada de un modo intrínseco con las cosas que nos hacen únicos: lo que creemos, lo que valoramos y cómo hacemos las cosas. Pero, ¿qué significa esto realmente?
Creo que el ethos (espíritu) se puede entender mejor examinando la prescripción de CrossFit y los valores que se han desarrollado de forma muy natural a partir de ella, valores que han llegado a caracterizar a CrossFit y a la comunidad de CrossFit.
Estos valores incluyen cosas como los resultados, la responsabilidad personal y la rendición de cuentas, la pertenencia, la humildad, la camaradería, el servicio, la integridad y la excelencia, la ética del trabajo y la disciplina, la resiliencia y la valentía, la humildad y el virtuosismo.
Resultados
Los resultados son la esencia de lo que hacemos. Usamos lo que sabemos que funciona. Si no sabemos que funciona, si no podemos demostrarlo basándonos en resultados medibles, observables y repetibles, no trataremos de ofrecerlo. Nuestra cuantificación de la aptitud nos lleva a un enfoque sin tonterías (honesto y transparente) de la forma física y la salud.
Responsabilidad
Tu esfuerzo en el gimnasio se puede medir. Hemos convertido el fitness en deporte utilizando una pizarra blanca como marcador. Te pedimos que registres tus resultados para medir el progreso, y te pedimos que compartas tus resultados con los entrenadores y con los demás para ayudar a apoyar ese progreso. Esto está ligado a los resultados, pero también desarrolla la responsabilidad.
La pizarra impulsa el esfuerzo y es un lugar en el que todo el mundo puede ver, escalado o sin escalar, que hemos hecho el mismo ejercicio, y en el acto de compartir cómo nos ha ido a cada uno ese día, nos hacemos vulnerables. De hecho, decimos: “Esto es lo que he hecho hoy, para bien o para mal”. No hay que esconderse. Hace falta valor para hacer esto, día tras día. No puedes esconderte ni desviarte; asumes la responsabilidad de dónde te encuentras en un día determinado. Este enfoque fomenta una comunidad basada en una profunda responsabilidad: responsabilidad personal más valor.
Pertenencia
CrossFit tiene a su disposición recursos y herramientas sorprendentemente exigentes para crear personas y comunidades saludables. Uno de ellos es la oportunidad de trabajar tan duro uno frente al otro que perdemos, y somos testigos de cómo otros pierden, algo parecido al control mortal sobre nuestras ordenadas capas protectoras. En el gimnasio, trabajamos duro frente a los demás hasta el punto en que no estamos seguros de poder hacerlo: terminar el entrenamiento o no, levantar el peso nuevamente o volver a subir a la barra. En nuestros entrenamientos, existe la posibilidad de fallar, pero lo hacemos de todos modos, y compartimos ese esfuerzo y los resultados de ese esfuerzo con otros que acaban de experimentar lo mismo.
Esta es la receta para crear conexión y camaradería. No hay poses, sólo un esfuerzo genuino y sólido, y la voluntad de animar a los demás. A través de este proceso, se nos recuerda nuestra humanidad compartida, lo que genera conexión y crea un espacio en el que nos sentimos más bienvenidos y libres de ser nosotros mismos, un espacio al que pertenecemos.
Camaradería
Se ha dicho que el CrossFit no es para todo el mundo, pero es para cualquiera. No todo el mundo querrá esforzarse, pero para los que lo hagan, los resultados llegarán. Esto aplica tanto para los aspirantes a los CrossFit Games como para los atletas de nivel olímpico y para nuestros padres y abuelos.
En todas las lecturas sobre “¿Qué es el fitness?” de todos los Niveles 1 (L-1) decimos: “Las necesidades de los atletas olímpicos y las de nuestros abuelos difieren en grado, no en tipo. Uno necesita dominio funcional y el otro competencia funcional”, por lo que no cambiamos los programas; simplemente adaptamos el programa a las tolerancias y capacidades físicas y psicológicas de cada persona. De este modo, todos conocen el reto al que cada uno se ha enfrentado, aunque sea relativo al individuo, y ese sufrimiento o esfuerzo compartido crea un vínculo entre nosotros.
Nadie dijo nunca a los más en forma que fueran a animar al resto. Nadie dijo nunca a los seguidores de los CrossFit Games que fueran uno de los grupos de aficionados más comprometidos del deporte. Simplemente ocurrió. Ocurrió porque todo el mundo conoce de primera mano el esfuerzo que requiere hacer lo que estás haciendo; conocen la dedicación, el compromiso, la garra.
La camaradería no se fabrica, es innata y genuina.
Servicio
En nuestras clases de CrossFit no nos enfrentamos a espejos, porque no se trata de lo que parecemos; se trata de lo que podemos hacer. En lugar de mirarnos a nosotros mismos, nos enfrentamos al entrenador y nos enfrentamos los unos a los otros.
La experiencia CrossFit se basa en el entrenamiento dirigido. No se trata del típico “sigue y mira al instructor”, en la que todo el mundo se mira en una pared llena de espejos. El entrenador explica el entrenamiento, instruye los movimientos y después dirige la clase para asegurarse de que todo el mundo se mueve bien, utiliza la carga correcta y se esfuerza adecuadamente. El entrenador dirige de una forma mucho más parecida a la del entrenador deportivo que a la del instructor de fitness. Y los participantes en la clase se parecen mucho más a compañeros de equipo en un entrenamiento que a autómatas imitando a un instructor en una clase de aeróbic o ciclismo. Además, no tenemos casi nada en común con la relación aislante del yo en el espejo de la cultura de los grandes gimnasios de culturismo.
En la más alta expresión de su oficio, nuestros entrenadores son líderes. No están entrenados para decir: “Mírame”; no están ahí para mostrarte lo en forma que están y lo guapos que están. Su trabajo es de servicio. Se centran en lo en forma que pueden ponerte. Del mismo modo, nuestros atletas se observan unos a otros, ya sea para aprender, para inspirarse a esforzarse más, para competir o simplemente para darse ánimos y apoyo.
Humildad
Piensa en las exigencias de nuestra metodología: variación constante a través de amplios dominios temporales y modales; optimización de la forma física a través de habilidades y ejercicios, adaptaciones, sistemas energéticos, etc. Siempre existe la posibilidad de que aparezca algo en un entrenamiento en lo que no somos muy buenos. Nuestras debilidades quedan expuestas regularmente, y esto significa que para progresar tenemos que hacer frecuentemente un montón de cosas en las que no somos buenos. Y justo cuando pensamos que somos “tan buenos”, aparece algo, algún defecto que no habíamos notado o conocido antes. Esto nos mantiene humildes como individuos y como comunidad.
Integridad y Excelencia
Tenemos una carta muy importante para trabajar con los atletas con el fin de optimizar los resultados: mecánica, consistencia y, a continuación, intensidad. Esta carta es la guía más importante sobre cómo implementar y aplicar los movimientos funcionales constantemente variados y ejecutados a alta intensidad de CrossFit que nos sirven para obtener un aumento de la capacidad de trabajo en amplios dominios temporales y modales. Es esencial para optimizar la seguridad, la eficacia y la eficiencia del programa.
En la práctica, esto significa que queremos que lo hagas bien ante todo. Concéntrate en moverte correctamente para mantenerte a salvo (y mantener a los demás a salvo si eres un entrenador), pero también para aprovechar al máximo el tiempo y el esfuerzo que pones con nosotros. No somos estrictos con la técnica de los movimientos porque queremos aguarte la fiesta del esfuerzo. Somos rigurosos porque sabemos que sacarás más provecho de tu esfuerzo y permanecerás más tiempo en el juego cuando lo hagas bien. Esto no solo optimiza la eficacia del programa; cuando esto se acepta por completo, cultiva una cultura dedicada a la integridad y la excelencia.
Ética de trabajo y disciplina
Tienes que venir y entrenar. La constancia es una parte de nuestra carta de principios: mecánica, constancia y luego intensidad. Si te comprometes a obtener resultados y tus resultados son medibles, la poción mágica y los trucos de fitness pierden rápidamente su brillo. Con nosotros, sólo tienes que tomar la decisión cada día de ser constante tanto con el ejercicio como con la dieta. Hazlo y obtendrás resultados.
Una vez más, este valor construye la cultura. Atrae a personas que saben que las cosas mejoran cuando se esfuerzan, personas que comparten el aprecio por el trabajo duro y la autodisciplina.
Resiliencia y valor
Si quieres resultados, la intensidad es necesaria. No importa lo que quieras de un programa de fitness, la intensidad te llevará allí. Está integrada en la ecuación que utilizamos para medir la capacidad de trabajo y la adaptación de la unidad(fuerza x distancia / tiempo). En otras palabras: Tienes que levantar más, recorrer una distancia más larga, y hacerlo todo en menos tiempo con el fin de obtener resultados.
En la práctica, esto se traduce en esforzarse un poco más de lo que uno desearía o sentirse más que incómodo, pero cuanto más se haga, mayor será la adaptación.
Aparecer y hacer constantemente cualquier tipo de movimiento o ejercicio es valioso. Aparecer y hacer CrossFit constantemente a una intensidad moderada es mejor que la mayoría de las cosas. Pero aparecer y dar lo máximo que hay en ti en cada entrenamiento – dejando que el reloj, la pizarra, el entrenador y la gente que te rodea te lleven a dar más de lo que pensabas que tenías ese día – aquí es donde está la magia (y la ciencia, también).
En un mundo que a menudo valora la comodidad y la conveniencia por encima de todo, CrossFit te entrena para que te sientas cómodo con la incomodidad. Consigues experimentar la recompensa uno por uno del esfuerzo y los resultados. Esto desarrolla la resiliencia y determinación que son transferibles a todos los aspectos de la vida. Y nutre una cultura donde la incomodidad es bienvenida por el beneficio que trae en lugar de evitarla.
Virtuosismo
En la búsqueda de la optimización de la seguridad, la eficacia y la eficiencia de nuestro programa, utilizamos el entrenamiento de umbral. Una de las anécdotas favoritas de Greg en los cursos de Nivel 1 dice algo así: “‘Entrenador, ¿quieres que lo haga bien? o ¿quieres que lo haga rápido?’ ‘Sí. Las dos cosas. Quiero las dos cosas'” ¿Por qué? Porque así es como optimizamos la adaptación. Así es como optimizamos la seguridad, la eficacia y la eficiencia.
La técnica es importante. Una amplitud de movimiento completa equivale a una mayor funcionalidad, tanto en términos de flexibilidad como de movilidad, así como a una mayor distancia recorrida. Una mejor técnica es más trabajo en menos tiempo (a la larga).
Esta insistencia en la calidad del movimiento a pesar de intentar ir más rápido nos da resultados, pero también hace algo más. Nos permite, incluso a los no tan deportistas, disfrutar de la búsqueda de la maestría. Desarrolla la compostura y el virtuosismo , es decir, nos da la oportunidad de hacer lo común extraordinariamente bien.
Todo lo bueno de CrossFit ha surgido de la metodología
El espíritu (ethos) y la metodología de CrossFit no se pueden separar. Nuestra cultura y valores crecieron orgánicamente a partir de la metodología. Y en la práctica, nuestro espíritu y metodología se refuerzan mutuamente en un círculo virtuoso.
Nuestro espíritu (ethos) nació del objetivo inicial de CrossFit: desarrollar un fitness amplio, general e inclusivo. Surgió de la búsqueda de avanzar en el desempeño humano. Surgió de definir términos y exigir transparencia. Surgió de convertir el fitness en deporte. Surgió de la metodología, implementada al servicio de los resultados. Esto es lo que fomentó el espíritu que ha generado la cultura y la comunidad que todos reconocen como CrossFit.
Para proteger nuestro espíritu (ethos), debemos proteger nuestra metodología. Si pierdes o diluyes una sola pieza de la metodología, empiezas a perder su eficacia, su “magia”. En otras palabras, no sólo te metes con la metodología, te metes con nuestro ethos. Te metes con el corazón mismo de lo que somos y por lo que se nos reconoce.
Imaginemos, por ejemplo, que dejamos de medir los resultados. Supongamos que dejamos de poner puntos en la pizarra porque intimida a algunas personas o hace que algunas se sientan mal. Es fácil ver cómo todos los valores se desmoronarían como un castillo de naipes:
- Perderíamos nuestra comprensión de lo que realmente funciona y terminaríamos adoptando métodos no probados.
- Perderíamos nuestra responsabilidad porque ya no tendríamos que mostrar el valor y la responsabilidad personal de hacernos cargo de nuestros resultados, de decirle al mundo: “Esto es lo que tenía hoy dentro de mí”, en cambio podríamos escondernos.
- Perderíamos nuestro fuerte sentimiento de pertenencia y camaradería porque desaparecería la conexión que surge al compartir nuestro esfuerzo y los resultados.
- Perderíamos una herramienta fundamental que utilizan nuestros entrenadores para ayudarnos a alcanzar nuestro potencial físico.
- También perderíamos la inspiración impulsada por la comunidad y las lecciones que obtenemos de los resultados de otros atletas.
- Incluso perderíamos parte de nuestra resistencia y agallas, porque no se nos exige que nos esforcemos, que profundicemos y que nos adaptemos con intensidad. Sin datos, no hacemos más que adivinar cuánto nos esforzamos.
Debemos proteger nuestra metodología y nuestro espíritu (ethos) a toda costa
Como líderes empresariales, afiliados, entrenadores o cualquier persona involucrada en la comunidad de CrossFit, es imperativo que entendamos el vínculo entre lo que hacemos, cómo lo hacemos y la cultura que nace de ello.
Si no lo hacemos, podríamos diluir involuntariamente la potencia de nuestro programa.
Esto no quiere decir que no haya lugar para la individualidad, la experimentación o la evolución. Por ejemplo, los propietarios y entrenadores de los afiliados pondrán naturalmente su propio sello en las cosas, y formarán parte del experimento masivo del que surgirán las mejores prácticas. Gran parte de la belleza del programa es que esto es bienvenido y permitido por un conjunto de principios operativos (es decir, el núcleo), no un conjunto de dictados similares a los de una franquicia.
Pero todos los que participamos en la marca CrossFit debemos comprender y apreciar estos principios básicos que hacen que CrossFit sea única e impresionantemente eficaz, y debemos proteger y mantener estas cosas, incluso a medida que crecemos.
Al hacerlo, nos aseguramos de que la magia de CrossFit llegue a quienes la necesiten en los años venideros. Y que cuando lo reciban, obtengan todos los beneficios de la potencia pura de este programa, tal como lo hicimos nosotros.